LA MICROECONOMIA
Cualquier persona que
conozca un poco la evolución del castellano seguro que sabe que la palabra
microeconomía procede etimológicamente del griego. En concreto, podemos
establecer que dicho origen está en la unión de dos palabras: micro que
significa “pequeño” y oikoeconomia que se puede traducir como
“administración de la casa”.
La microeconomía
es el análisis de la actividad económica a partir del comportamiento
individual. Se trata de un concepto desarrollado en contraposición a la
noción de macroeconomía, que estudia la economía de un país como una
unidad o una totalidad en la que interactúan múltiples factores.
Cabe destacar que la economía es una ciencia social que se centra en el
análisis de los procesos de generación, comercialización y
consumo de servicios
y productos.
Esta disciplina brinda conocimientos que permiten administrar recursos escasos
para la satisfacción de las necesidades (que son infinitas) de las personas.
La macroeconomía, a partir de variables como el nivel
de empleo o la renta nacional, estudia el monto total de bienes y servicios que
se producen en una cierta región. Esta rama económica, por lo tanto, se utiliza
como un instrumento de la gestión política para la asignación de los
recursos que fomenten el desarrollo.
En el caso de la microeconomía, el foco de interés
está en los agentes individuales como los consumidores, los trabajadores
o las compañías. La microeconomía sostiene que las decisiones individuales
se toman en pos del cumplimiento de determinados objetivos. Los consumidores,
por ejemplo, intentan obtener la mayor satisfacción posible con sus compras y
al menor costo posible.
Más exactamente podemos establecer que varias son las
teorías que se utilizan en el seno de la microeconomía para acometer el
desarrollo de sus distintas aplicaciones y sus correspondientes indicadores.
Entre aquellas estaría, por ejemplo, la teoría del
consumidor gracias a la cual lo que se consigue es, partiendo de las
preferencias individuales de aquel y de los bienes que se le ofrecen,
anticiparse a la elección que el mismo va a llevar a cabo.
Otro de los pilares importantes de la microeconomía es
la teoría del productor, la cual se sustenta en el hecho de que las empresas a
lo que se dedican es a controlar la tarea de producción para dar lugar a
productos que sean eficaces y que les permitan aumentar sus propios beneficios.
Asimismo tampoco podemos pasar por alto la conocida
teoría de los mercados de activos financieros que viene a dejar patente que en
la actualidad nos encontramos con cuatro estructuras de mercado que son
decisivas en el ámbito de la economía. En concreto, estas son el monopolio, el
oligopolio, la competencia perfecta y la competencia monopolística.
La teoría del equilibrio general, la de la elección
racional o la de la oferta y la demanda son otras de las que ejercen como claves
fundamentales dentro de la microeconomía.
Se conoce como ley de oferta y demanda a
un modelo que explica cómo se establecen los precios en un mercado libre. La
lógica de la oferta señala que, a mayor precio de un bien, se ofrecerán más
unidades. La demanda, en cambio, es mayor cuando el precio es menor. Si el
precio de un producto está demasiado alto, los consumidores no estarán dispuestos a pagarlo y habrá una
tendencia a la caída del precio para fomentar las ventas. Cuando los precios están muy bajos, en cambio,
los consumidores adquieren más y puede haber escasez de productos (que se
soluciona con una subida de los precios, hasta alcanzar un nuevo punto de
equilibrio).
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