LA ECONOMÍA POPULAR SOLIDARIA EN EL ECUADOR
registra en América Latina una presencia
creciente de prácticas y discursos asociados a algunos de estos nombres:
economía solidaria, economía de la solidaridad, economía comunitaria, economía
popular, economía popular y solidaria, economía social, economía social y
solidaria, economía del trabajo, economía alternativa, economía plural, otra economía.
A esto han contribuido cinco circunstancias interrelacionadas:
a) la creciente incapacidad del modelo
neoliberal de mercado para resolver la cuestión social que genera.
Efectivamente, con o sin crisis financiera, se ha venido profundizando una
crisis de reproducción de la vida humana, generando una pérdida de legitimidad
del sistema de mercado global y espacio para acciones correctivas desde el
Estado o la Sociedad;
b) la subsecuente incapacidad del Estado
para atender a esa necesidad masiva de acción asistencial, y la percepción de
que el mercado excluye masas crecientes de trabajadores y consumidores de
manera estructural, por lo que las acciones compensatorias –
redistribucionistas o filantrópicas‐ no resuelven la pobreza, la desigualdad o
la exclusión (sobre lo cual atestiguan las ya consideradas inalcanzables “metas
del milenio”);
c) la persistente voluntad social de los
movimientos autoconvocados al Foro Social Mundial para incluir en su agenda la
búsqueda de propuestas alternativas para la economía, abriendo la posibilidad
de convergencias ideológicas y prácticas a partir de la serie de posiciones contestatarias
que representan;
d) la voluntad política manifestada por
sus reiteradas apuestas electorales y las asambleas constituyentes en tres
países que se adscriben a la idea de un socialismo del Siglo XXI (Bolivia, Ecuador,
Venezuela), en el sentido de afirmar las formas no capitalistas de organización
económica: cooperativas, comunitarias, asociativas, renovadas empresas
públicas, y la perspectiva del cambio de sentido del sistema económico como un
todo (Sumak Kawsay, soberanía en un estado multinacional, pluralismo cultural);
e) la emergencia en el Norte de dos
propuestas para atender la brecha entre las necesidades y los resultados del
Mercado y el Estado: el Tercer Sector y la Economía Social y Solidaria,
divergentes pero ambas con vocación de asociarse a través de las fundaciones y
programas de cooperación con algunas de las perspectivas señaladas más arriba,
si bien sin una agenda de transformación revolucionaria de las estructuras.
Mientras el Tercer Sector propone proveer o 1 Investigador del Instituto
del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina) y Director Académico de la Maestría en Economía Social de la misma
universidad. los necesitados
mediante dones asimétricos, la Economía Social y Solidaria propone avanzar con
la solidaridad democrática por el cumplimiento de los derechos ciudadanos.2
El texto de la Constitución Ecuatoriana
asume una definición sustantiva de economía, que podemos resumir como el
sistema de instituciones, valores, normas y prácticas que organizan los
procesos de producción, distribución, circulación y consumo dentro de un malla
de relaciones de cooperación de los trabajos humanos entre si y con la
naturaleza y cuyo sentido es la reproducción y desarrollo de la vida, es decir
a) la generación de las condiciones materiales para el sustento o la subsistencia
de todos y b) la reproducción intergeneracional ampliada de la vida.
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